Testimonio de Roberto Robert, Barcelona, España

Testimonio de Roberto Robert, Barcelona, España

13 de Septiembre del 2015

Mi nombre es Roberto Robert y desde hace más de cinco años sufro una extraña enfermedad de carácter crónico llamada Paniculitis Mesentérica. Los síntomas son, en su mayoría, de tipo digestivo e incluyen náuseas, distensión abdominal, acidez, ardor estomacal, flatulencias, estreñimiento, insomnio, fuerte dolor de carácter permanente en toda la superficie abdominal y un larguísimo etcétera.
 
 Tras casi seis años buscando a alguien que me pudiera ayudar, llegué a un punto en el que ya no podía soportar más. Lo he intentado todo: Reiki, conexión sanergética, osteopatía, liberación somato-emocional, terapia cráneo-sacral, homeopatía, medicina cuántica con la famosa quantum scio... En fin, ¡de todo!
 
 Por supuesto, también recurrí a la medicina convencional. Pero después de que me sometieran a multitud de pruebas diagnósticas, me detectaron la enfermedad ya mencionada en el anterior párrafo, y aseguraron no poder hacer nada más por mí.
 
Por otro lado, a través de un rudimentario análisis de sangre, comprobaron que tenía una bacteria digestiva llamada Helicobacter Pylori y me aseguraron que podía ser la precursora de mi problema de salud. En consecuencia, me recetaron un tratamiento para erradicar esa bacteria de mi organismo y, tras someterme a una prueba llamada "Test de la Urea", me notificaron que la bacteria había desaparecido. Pero nada,  aun así, las molestias persistieron.
 
 Pese a todos mis esfuerzos, que no han sido pocos, he seguido viviendo desde entonces una vida plagada de límites y dificultades físicas a causa de mi delicada salud digestiva.
 
 Y, entonces, conocí a Víctor González. Fue hace menos de un mes. Concretamente, el 18 de agosto del 2015. Mi primera sorpresa fue encontrar a una persona extremadamente cercana, humilde y generosa, pues no me puso ningún impedimento a la hora de acudir a mi propia casa a realizarme la sanación cuando así se lo solicité, cosa que hice debido a mi desesperado y maltrecho estado de ánimo.
 
Víctor acudió puntualmente a la cita, y lo hizo con una amplia sonrisa. De inmediato efectuó su trabajo con impecable profesionalidad, y lo único que me pidió a cambio de tan excepcional servicio fue la voluntad, simplemente la voluntad. Quedé verdaderamente sorprendido y satisfecho con mi nuevo descubrimiento.
 
Mi sorpresa aumentó pocas horas más tarde de la primera sesión, cuando empecé a percibir una notable mejoría en la zona que tenía afectada. Esas esperanzadoras sensaciones fueron en aumento durante esa misma noche y la mañana siguiente.
 
Desde aquel día, he disfrutado de varias sesiones de sanación con él y, en cada ocasión, experimento una mejoría más. Por primera vez desde que dio comienzo está pesadilla, empiezo a confiar en que algún día podré volver a sentirme bien. He soñado múltiples veces en que se produjera ese milagro, y parece que estoy a punto de alcanzar esa meta.
 
El proceso de curación que estoy viviendo con Víctor González, no sólo ha incluido las sesiones presenciales que he tenido con él, sino que también ha estado acompañándome el resto del tiempo, ofreciéndome un encomiable apoyo psicológico a distancia.
 
Me explico: muchas veces percibía un empeoramiento de los síntomas, enviaba un mensaje a Víctor notificándole ese hecho y, enseguida, recibía una respuesta tranquilizadora por su parte, en la que se prestaba a realizar una curación a distancia en ese preciso instante. Acto seguido, percibía con alegría cómo el dolor volvía a remitir de nuevo. INCREIBLE!
 
He recuperado de nuevo la alegría y las ganas de seguir luchando por mi salud y mi bienestar. Y todo esto se lo debo a este maravilloso hombre; un hombre que llegó a mi vida cuando más lo necesitaba, un hombre que conectó conmigo y con mi problema desde el primer instante, un hombre que se está desviviendo por ayudarme con un compromiso absoluto y una implicación total. Un hombre como pocos he encontrado en mi vida...
 
 ... ¡¡¡GRACIAS VÍCTOR, DE CORAZÓN!!!
>
> Roberto Robert Garí