Todo reposa en nuestros corazones, en nuestro espíritu y en nuestras manos. Pocos lo creen, algunos lo presienten, pero es uno el que lo experimenta. El Amor es el alimento del alma”.

(Louis Cattiaux).

Soy Víctor González, sanador espiritual y del alma...

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Soy Víctor González, sanador espiritual y del alma desde hace más de 25 años.  En un momento de mi vida tuve una experiencia sobrenatural en la que una sombra entraba en mí y me comunicó que podía sanar. Decidí dejar el trabajo que tenía y empecé a sanar. En un  principio utilizaba la imposición de manos experimentando que, en algunos casos, la zona a tratar de la persona quedaba anestesiada. Ahí me di cuenta que esta facultad podía ser un don a través del cual poder ayudar a los demás. Después de un tiempo se manifestaron mis médicos espirituales que me indicaban y enseñaban lo que debía hacer y cómo actuar en cada caso. 

Al entrar en comunicación con mis médicos espirituales, éstos conectan con el alma del enfermo. A través de ellos, yo puedo contribuir a que la persona se recupere. En algunos casos baja la temperatura del entorno y del paciente, incluso el aliento de éste se enfría. Es en ese instante cuando los médicos espirituales realizan la sanación, pues la temperatura ambiente es la adecuada para ellos; sobre todo en los casos de sanación a distancia. Hay personas que no sienten nada, pero la sanación se realiza igualmente. Algo que resulta trascendental es que haya una buena conexión entre el sanador y la persona que acude para sanar. A lo largo de mi trayectoria como sanador he visto como la sanación espiritual ayuda a sanar a la persona en el plano físico, emocional y también en el espiritual.

Una forma que suelo emplear para alimentar la sanación es la oración y la plegaria

La oración es una enorme fuente de poder.  Las plegarias funcionan porque trabajan con la parte espiritual de la enfermedad, con la esencia vital de la persona, con su alma, restaurando la conexión de la persona con su Poder personal.  Cuando se ora de corazón es como una vara de humo de copal, incienso que sube al cielo y hace bajar la divina luz, que es la llave de la sanación, aunque la tierra esté tan baja y el cielo tan alto. La sanación se realiza conectando con el verdadero amor, que es humildad y caridad hacia los demás.

Mi labor como sanador está abierta a todas las personas. Esta labor va destinada a la sanación espiritual y del alma, sin embargo hay gente que, equivocadamente, viene a mí buscando una ayuda para mejorar sus relaciones personales o amorosas. Por ello pido a las personas que buscan ayuda de este tipo, que por favor no se pongan en contacto conmigo. Tampoco realizo diagnósticos. He atendido muchos casos de sanación, algunos con mucho éxito, otros con resultados más a largo plazo, y otros sin resultados, cada persona tiene su proceso personal.

Muchos me preguntan: ¿cuánto tiempo tardaré en sanar? Esa pregunta no puedo responderla, porque yo soy simplemente un canal, un intermediario, los médicos espirituales son los que deciden y realizan el trabajo.

Todo trabajo ha de ser valorado y retribuido en función a tres factores elementales: la atención recibida, el tiempo destinado, y los resultados experimentados. Dado que no dispongo de tarifa específica por mis servicios, ruego a las personas que acuden a mí que hagan un justo balance entre la cantidad económica que podrían aportar y el valor que estiman que posee mi trabajo.  

Cualquier donación puede realizarlo de forma segura y cómoda mediante paypal o tarjeta bancaria desde el apartado Consulta. Sólo debe abonar una cantidad a través del botón de donación correspondiente. ¡Muchas gracias por su buena voluntad!

Víctor González

 

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