Te expulso, Espíritu del mal y te apremio por el Dios verdadero, por el Dios viviente por el Dios Santo, a que salgas y te alejes de este lugar para no volver jamás. Te lo ordeno en el nombre de aquel que te venció y que triunfo sobre ti en el patíbulo de la cruz y cuyo poder te ha atado para siempre.
Te ordeno no volver a asustar jamás a los que viven en esta morada, en el nombre de Dios Padre Hijo y Espíritu Santo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
! Así sea!
Nota: Si los animales domésticos sienten mal estar o son atacados por enfermedades inexplicables hay que añadir a las susodichas plegarias las oraciones siguientes:
Oh Dios, que pusiste los animales, incapaces de hablar, al servicio de los hombres para no soliviantarlos en sus tareas, te suplicamos humildemente que nos permitas que estos animales, necesarios para sustentar la existencia de la condición humana, nos priven, por su muerte, del uso que de ellos podríamos esperar.
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina contigo, en la unidad del espíritu santo por todos los siglos de los siglos.
! Así sea!
Por favor, Señor, en tú misericordia, aleja de tus fieles todos los errores y aparta de los animales las crueles enfermedades que les destroza, con el fin de que, tras haber castigado con justicia a aquellos que se habían extraviado, lanzad sobre ellos una mirada de misericordia en cuanto se hubieran enmendado.
Por Nuestro Señor Jesucristo, tú tu hijo que vive y reina contigo, Dios en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos.
! Así sea!
! Eh aquí la cruz del Señor!
Huid, potencias enemigas
El león de la tribu de Judá, vástago de David, obtuvo la Victoria
Jesús de Nazaret, rey de los judíos, protégenos
Jesucristo es vencedor
Jesucristo reina
Jesucristo ordena
Que por la virtud de la cruz de Jesucristo, toda iniquidad sea alejada de este lugar
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
! Así sea!