ORACION A JESUCRISTO

ORACION A JESUCRISTO
Saludote dulcísimo Jesús, adorote y te doy gracias Hijo de Dios vivo, que me criaste, y cuando al alma me hiciste a tu imagen, capaz de la bienaventuranza.
 
Ave misericordia de mi señor y Dios mío; concédeme que te agrade, o única salud de mi alma.
 
Saludote dulce Jesús, adorote y te doy gracias Hijo de Dios vivo que señalaste para mi servicio el cielo, la tierra, la mar y todas las cosas que en el cielo, en la tierra, en la mar se contiene; y quisiste que todas me sirviesen y fuesen para mi consuelo.
 
Ave misericordia de mi Señor Dios mío; concédeme que te agrade, oh única salud de mi alma.
 
Saludote dulce Jesús, adorote y te doy gracias Hijo de Dios vivo, que habiendo yo por tu piedad nacido en la fe católica, desde el principio de mi vida, misericordiosamente me criaste, dándome lo necesario, y criando y sustentando mi cuerpo.
 
Ave misericordia de mi Señor Dios mío; concédeme que te agrade, oh única salud de mi alma.
 
Saludote dulce Jesús, adorote y te doy gracias Hijo de Dios vivo, que hasta ahora me guardaste y libraste de innumerables peligros de alma y de cuerpo; y aunque usaba mal de tus dones, no me desampares.
 
Ave misericordia de mi Señor Dios mío; concédeme que te agrade oh única salud de mi alma
 
Saludote dulce Jesús, adorete  y te doy gracias Hijo de Dios vivo, estando yo tendido en el sucio muladar de los vicios, y viviendo abominablemente, me sufriste tanto tiempo con tanta paciencia, y me aguardaste la penitencia.
 
Ave misericordia de mi Señor Dios mío; concédeme que te agrade, oh única salud de mi alma.
 
Saludote dulce Jesús, adorote y te doy gracias Hijo de Dios vivo, que aunque me iba despeñando, y estaba ya casi metido en el infierno, no permitiste que me perdiese, antes de estar yo sordo, fugitivo y pertinad, me volviste al camino de salvación.
 
Ave misericordia de mi Señor Dios mío; concédeme que te agrade, o única salud de mi alma.
 
Saludote dulce Jesús, adorote y te doy gracias Hijo de Dios vivo, que siendo yo un belísimo pecador, así me gobernaste siempre, así me amparaste, así miraste por mí con los ojos de tu misericordia, y aun con ofenderte yo cada día, así me sufres benignamente, que me regalas con beneficios, como si olvidado de los demás, de mí solo tuvieras cuidado.
 
AVE misericordia de mi Señor Dios mío concédeme que te agrade, oh única salud de mi alma
 
AMEN