por Víctor González
1. ¿Qué es?
La sanación cuántica considera la energía como la base del ser humano. Por medio de la aplicación de un sistema terapéutico cuya base es la de recibir energía, los procesos biológicos logran recuperar sus niveles de energía normales, creando, de esta manera, las condiciones favorables para recuperar la salud, restableciendo un cierto orden desde lo más pequeño, con la finalidad de que las células y las moléculas optimicen su memoria para un funcionamiento ordenado y eficiente. Se basa, principalmente, en la aplicación de la bio-energía sobre los campos bioenergeticos del paciente.
La sanación cuántica se produce al margen de los métodos exteriores de la alta tecnología, y se centra en el núcleo del sistema cuerpo-mente. En ese núcleo se inicia el proceso de sanación y, para alcanzarlo, hay que traspasar los niveles del cuerpo, ya sean células, tejidos u órganos, hasta llegar al punto de anclaje entre la materia y la mente; lugar donde la conciencia logra impactar eficazmente.
2. ¿Cómo se realiza?
La física cuántica establece que paralelamente a nuestra realidad existen otras realidades alternativas. Existe un denominador común en todas ellas: la existencia de una unidad inteligente capaz de realizar cambios en los que la unidad minima es la luz. Con esto nos estamos refiriendo a la energía de Dios o “Quamtum”.
Todo lo creado está compuesto de átomos; los cuales se componen de protones, neutrones y electrones. En su unidad mínima todo es luz y, como tal, energía.
La sanación cuántica trabaja moviendo esta luz con el fin de producir cambios en el paciente. Ello es posible gracias a que esta mínima partícula ha demostrado tener inteligencia propia, produciendo una perfecta comunicación entre el sanador y el paciente. Esta energía llega desde los planos superiores y es direccionada al cuerpo de la persona enferma.
3. ¿Cómo trabaja el sanador?
El sanador trabaja como canal de esta energía, y son los maestros ascendidos o médicos espirituales que están en una dimensión superior, los que se encargan de enviar la energía cuántica al paciente.
Por tanto, el sanador cuenta con una valiosa ayuda de orden médico-espiritual que, en última instancia, asistirá al paciente con sabiduría, humildad y amor incondicional. Con esta sanación se consigue una armonización completa a nivel físico, vital, emocional, espiritual y mental, acompañado de una agradable y profunda relajación y una placentera sensación de paz.
Una de las mayores ayudas de la sanación cuántica tiene que ver con la ayuda al despertar espiritual, pues la persona no sólo esta siendo ayudada en el plano físico, sino también espiritualmente por parte de los seres de luz.